El Tribunal Superior de Bogotá, en una decisión inédita, anuló una condena de primera instancia por abuso sexual que, según constató, habría sido redactada con apoyo indebido de inteligencia artificial. El uso desproporcionado de esta herramienta dejó el fallo repleto de citas jurisprudenciales inexistentes y terminó por sustituir la labor de razonamiento y el rigor jurídico del juez por interpretaciones ligeras generadas por la tecnología.La condena era en contra de Luis Alberto Contreras Fandiño, a quien la Fiscalía había imputado como presunto autor del delito de acceso carnal abusivo o acto sexual abusivo hacia una víctima en indefensión. La jueza encargada del caso redactó la sentencia con inteligencia artificial. Foto:iStockEl Juzgado 21 Penal del Circuito de Bogotá terminó condenándolo por ese delito tras considerar acreditado que la víctima, una mujer en condición de discapacidad, fue accedida sexualmente en varias ocasiones, incluso en presencia de su hijo pequeño.La jueza hizo las valoraciones probatorias y concluyó que el procesado “abusó de la condición de discapacidad, vulnerabilidad social y confianza que aquella depositaba en él”, dándole completa credibilidad a la víctima que, a pesar de imprecisiones temporales y del retraso en la presentación de la denuncia, era sólida en lo esencial: quién era su victimario, dónde habría abusado de ella, cómo y cuándo.Hasta ahí, el análisis parecía coherente. Pero al revisar la sentencia en la apelación, el Tribunal encontró que parte de la argumentación jurídica se construyó con citas falsas y referencias inventadas, lo que destapó el uso de inteligencia artificial en su redacción.”La redacción de la decisión resulta coherente y a primera vista lógica, pero en detalle hay falencias protuberantes que resultan ‘absurdas, irreales y del todo inciertas conforme a la realidad sustancial”, se lee en el fallo del Tribunal.El ejemplo más grave es la supuesta cita jurisprudencial de la Corte Suprema que la jueza usó para sustentar su análisis sobre el principio de congruencia: una providencia identificada como “SP414-2023, rad. 61005”. Según el Tribunal, “su contenido no corresponde a la providencia aludida”. De hecho, esa sentencia no existe.La Sala identificó también “citas jurisprudenciales inexistentes” y construcciones argumentativas que no se corresponden con fuentes reales.“La Jueza Veintiuno Penal del Circuito de Bogotá no sólo inobservó la manera en cómo debe utilizarse responsablemente la inteligencia artificial, sino que, dada la notoriedad de los yerros, podría pensarse que sustituyó sus deberes de supervisión respecto del contenido plasmado, delegando la solución del caso concreto a lo que la herramienta consideró más adecuado”, advirtió esta instancia.Los magistrados aprovecharon la situación para hacer un llamado de atención sobre el uso de la tecnología como apoyo a la labor judicial, siempre y cuando “no sustituya el análisis crítico y riguroso”, que es garantía del buen actuar de la justicia.Magistrados Comisión Nacional de Disciplina Judicial. Foto:Rama JudicialPara el Tribunal, este proceder vulneró directamente el deber de motivación judicial y el derecho al debido proceso del condenado, pues una sentencia basada en referencias falsas “impide el control efectivo de la decisión” y priva a las partes de conocer las razones reales detrás del fallo.La defensa, de hecho, había alegado estos mismos errores al pedir la revocatoria: la sentencia citaba normas y fallos que no existían, la valoración probatoria no se sostenía y el fallo tenía las llamadas ‘migas de pan’ de un texto generado con IA.La Sala acogió esos argumentos y concluyó que el daño procesal es “insubsanable”. No podía reemplazar la decisión de la primera instancia porque eso implicaría negarles a las partes el derecho a una doble instancia real. Si el Tribunal emitía una decisión sustitutiva, dijo, “se les negaría la posibilidad de apelación ante una inadecuada motivación y valoración probatoria”.Por eso ordenó la nulidad de la sentencia del 23 de octubre de 2025 para que el despacho emita de “manera inmediata una nueva decisión fundamentada en referencias jurisprudenciales y doctrinales veraces y verificables”.”Las herramientas de IA pueden ser útiles, pero si no se usan con rigor, plantean riesgos frente al deber de motivación y pueden producir errores que lesionan el debido proceso”, dijo el Tribunal.Así mismo, compulsó copias para que se investigara disciplinariamente a la jueza.Reunión de alcaldes y gobernadores en Washington Foto:Sara Valentina Quevedo DelgadoRedacción Justicia

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