La ministra francesa de Cultura, Rachida Dati, lleva semanas haciendo campaña en París para las elecciones municipales que se celebran en marzo de 2026, a pesar de que aún es miembro del Gobierno. Sin embargo, un nuevo frente judicial puede entorpecer sus aspiraciones políticas. Este jueves, agentes de la oficina central de lucha contra la corrupción y los delitos financieros, de la policía judicial, han llevado a cabo varios registros en las oficinas del ministerio que dirige y también en sus domicilios, según ha confirmado la fiscalía financiera (PNF, en sus siglas en francés).Las pesquisas tienen que ver con una investigación por presunta corrupción abierta a mediados de octubre —distinta a la que ya se seguía contra ella y que la llevará a juicio el año próximo— y que trata de esclarecer las actividades de Rachida Dati cuando era eurodiputada (2009-2019).La investigación apunta a posibles cargos de corrupción activa y pasiva, tráfico de influencias, malversación de fondos públicos y blanqueo de capitales. Los investigadores sospechan que percibió dos transferencias por valor de 299.000 euros de la empresa GDF Suez (rebautizada como Engie) entre 2010 y 2021, que no declaró. Entonces era eurodiputada y es obligatorio hacerlo para evitar conflicto de intereses. La titular de Cultura, que en ese momento también trabajaba como abogada, negó haber tenido a GDF Suez como cliente. Según han revelado France televisión y Nouvel Obs, en los registros los investigadores han requisado un cuaderno con las anotaciones “GDF 250” y “Renault 300” que “podrían corresponder a las transferencias” que se sospecha que percibió, según ambos medios. En el otoño de 2026 Rachida Dati tendrá que rendir cuentas ante los jueces por otro caso, referido al supuesto cobro de pagos indebidos por parte de la empresa automovilística Renault entre 2010 y 2012. Se sospecha que percibió 900.000 euros en concepto de labores de asesoría que no se realizaron, también cuando era eurodiputada. Los jueces creen que en realidad escondían trabajos de lobby, prohibidos para los cargos electos. Se la juzgará por ello en septiembre de 2026, después de las elecciones municipales, que se celebran en marzo y a las que Dati concurre como candidata de Los Republicanos. Dati, que también es regidora del distrito VII de París, aspira a suceder a Anne Hidalgo en París. Es la segunda vez que lo intenta, tras su derrota en junio de 2020 frente a la socialista, que ya no va a presentarse. Los embrollos judiciales de la ministra pueden echar por tierra sus esfuerzos, pues lleva semanas muy implicada en su carrera municipal: ha visitado a personas sin techo, se ha puesto el traje de barrendera y se ha unido a la causa de la hostelería en los bares de ambiente del barrio parisino de Le Marais. Según el último sondeo realizado por la empresa Ipsos para el periódico Le Parisien, la coalición de izquierdas de Emmanuel Grégoire, el sucesor de Hidalgo, adelantaría ligeramente a Rachida Dati en la primera vuelta electoral.

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